Pensé que había aprendido a caminar
pero cuando me la tiré de equilibrista
me cambiaste de lugar la cama y zas..!
lunes, 20 de julio de 2009
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Quien acepta el Eterno Retorno, se previene y acepta sus actos. Con el dolor que puedan contraer, con el placer que puedan conllevar: no hay lugar para el arrepentimiento. F.N.
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