Quien acepta el Eterno Retorno, se previene y acepta sus actos. Con el dolor que puedan contraer, con el placer que puedan conllevar: no hay lugar para el arrepentimiento. F.N.
lunes, 10 de octubre de 2011
Home, sweet home.
con la misma sensación que me da poner la llave en la puerta después de un largo y agotador viaje, en el que a pesar de las experiencias nuevas, de los lugares insólitos y de la tranquilidad del tiempo pleno y para una, nada se compara con la calidez de este momento.
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