martes, 22 de julio de 2008

Más de cien mentiras..

El que miente lo hace por propio gusto, está comprobado. Es como si al mentir el hombre se siente vivo, picarón, en un estrato superior, como ganando el primer lugar del podio.. algo asi.
La sensación me es difícil de describir porque cuando mentí la pasé mal, bastante mal, culpa, persecución, aislamiento, cosas que mejor no acordarse y que me hicieron ver que decir una cosa por otra cuando ningún beneficio a la larga te va a traer, era mejor no decirla.

A ver.. si a mi no me costó aprenderlo, por qué los hombres se empeñan en embarrarse? y con situaciones tan obvias! (porque soy mujer es una buena respuesta)

Es lógico que una novia enamorada no vea un elefante que le esté soplando la nuca a su marido, es entendible que una madre no quiera aceptar las locuras de los hijos, es hasta aceptable que un amigo no pueda creer la traición de su compinche.. pero vamos!
Las minas estamos curadas de espanto, desconfiamos hasta de lo obvio, salimos a la calle con botas de plomo, con los ochenta pares de ojos que ganó la abuela en cada té canasta, con pañuelos para la garganta en pleno verano, con el corazón bajo treinta juegos de llaves, preparadas en fin.
Una típica cara de mujer ya no está caracterizada por la sensualidad, la boca entreabierta a lo Gaetani, la mirada fija pero distante. Hoy las circunstancias nos obligan, boquita cerrada y apretada para que se formen pequeñas grietas de fastidio; la vista entre pestañas y una poca presión de ceño amenazante, y la nariz apenas fruncida para tampoco asustar a la presa. Es como vivir en estado de sitio, en alarma meteorológica constante.

..Y aún asi, él se esmera! Y miente..

Pobre, ahora no sólo fue descubierto y tildado de por vida, sino que además es motivo de la risa del grupo femenino semanal: Señoritas en pro de hacer la vida del masculino un calvario S.A.

A despertarse varones..! las muchachas ya no están hundidas en tarros de ingenuidad, y aunque esto nos juegue en contra lo digo y lo sostengo, hoy en día sólo es un arma más en esta guerra de los sexos. Con técnicas de seducción, de amabilidad, de dolor no sentido, de ingenuidad, de fingida ignorancia, con mantos de fidelidad hechos a base de agua, aprovechando oportunidades laborales a dosmil kilómetros, con un doctorado en excusas, con el discurso de la debilidad como Constitución, hasta la presidencia del país hemos ganado.

Nada es lo que parece y guardamos màs de lo que su mol de masa encefálica podría preveer..

A mamá mona con bananas verdes.. ay ay ay..!! (no por nada es una frase tan conocida y aplicada)

1 comentario:

Elige Tu Propia Aventura dijo...

la verdad prueba lo hermoso de mentir
es de wilco
que no es poco

y todas mis mentiras son deseos
de wilco tambien

un beso mio