Quien acepta el Eterno Retorno, se previene y acepta sus actos. Con el dolor que puedan contraer, con el placer que puedan conllevar: no hay lugar para el arrepentimiento. F.N.
sábado, 30 de agosto de 2008
Hay situaciones que se agotan en sí mismas. Saber disfrutarlas como lo que son y sin reflexionarlas.
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