Quien acepta el Eterno Retorno, se previene y acepta sus actos. Con el dolor que puedan contraer, con el placer que puedan conllevar: no hay lugar para el arrepentimiento. F.N.
jueves, 2 de octubre de 2008
Te amo Nicolás
Oh glorioso estratega del poder! Oh rey de la astucia, el engaño y la manipulación! Oh maestro del vivir político!
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