jueves, 29 de septiembre de 2011

recuerdos.

todos los días más de un rato me acuerdo de mucho.
y algunos ratos se convierten en días. me cuesta evitar o reprimir cada conversación pasada, no tolero pensarte mal y casi siempre termino sacudiendo mi cabeza antes de levantarme para desparramar en algún lugar de mi vacía cama las esquirlas de los sueños que te tienen presente, cual si pretendiera sacar la caspa de mis hombros después de usar todos los productos que existen y aún así, todas las noches y mañanas, ahí.
lo que más se vuelve incontrolable es escuchar historias de otras personas, de cualquier tipo, sobre todos los temas del mundo y que no te relacionan ni un poco, es como si el juego de la libre asociación mental siempre disparara tu recuerdo. tu personalidad, tu presencia, tus actitudes, tu cizaña, la tentación y la provocación, la artimaña de decir las cosas sólo una vez y abusar de tu increíble, detallada y organizada memoria. todas y cada una de las cosas que amé.
Siento que me conecté demasiado y entregué una parte de mi que estuve guardando muy dentro cual secreto y pecado profundo para que nunca me pasara esto. para nunca sentirme tan perdida. te abrí los confines de mi trastornado ser. te mostré mis miedos. te empapé de mi energía desmedida. te regalé sin que lo pidieras y quizás, sin que lo supieras, la verdad de mi.
y ahora me quedé sola, desnuda e irreconocible. me doblegué. y hoy me siento la mitad de mi.
una mitad que todavía ama cada detalle que recuerda.

1 comentario:

DIVA dijo...

haceme acordar q nunca mas te cuente una puta novedad de mi día laboral. Chau,.