martes, 2 de junio de 2009

De las noches

Dejo el libro en la mesita de noche, tardo un rato en cerrar los ojos pero al fin caigo en un profundo estado de concetración donde los pensamientos se hilan sin esfuerzo y los colores brillan y opacan en perfecta sintonía, y los sonidos acompañan la escena en armonía. Lo llamo sueño. Me toma dos segundos abrir los ojos cuando de repente soy invadida por un miedo inexplicable, estoy parada. Doy manotazos al aire. No encuentro una dirección. No se si aún estoy dormida, ahora perdí la cama y la calma. Diviso una línea pequeña de luz roja en la pared, no se bien si es la pared, no entiendo esa marca roja, sé que es roja. Trato de alcanzarla pero cada vez la siento más lejos, estiro la mano en la completa oscuridad, siento que voy a morir del miedo y por eso tengo la obligación de ir hacia lo único seguro, una luz roja. No se dónde estoy, no hay nada más que negro y una pequeña luz, roja. Giro sobre mi, atrás hay nada y cuándo vuelvo a mi posición ya no se si estoy atrás, adelante o a mi costado. La desesperación se apodera de mi por completo, busco alcanzar cualquier objeto con las manos, dudo mucho de estar en mi habitación, no están las puertas del placard abiertas ni la ropa que dejé en el piso, no hay más sonidos que los que provoco con mi respiración agitada. Voy a morir en este agujero negro. Pero algo me dice que tengo que llegar a esa luz, o para que todo se terminé o para, por fin, apretar un detonardor de bomba y que "todo termine". Me suena raro un detonador en la pared, pero.. era la pared? La alteración de mis sentidos me lleva a dudar si tengo los ojos abiertos o los tengo cerrados, no me reconozco.
Muy agitada llego a la luz pero me cuesta llevar la mano justo al punto de tocarla, la rodeo en el aire, siento una pared, el tacto vuelve a mi, lo dirijo, es un botón. Lo pienso tres segundos y me decido apretarlo, se enciende una luz tan de pronto y tan brillante que me desconcierta más aún. Rápido la apago.
Ahora en mi ya recorrida oscuridad, me siento segura, entiendo que es mi habitación, puedo volver sin titubeos a la cama, toco el libro en la mesita, y duermo en paz.

No hay comentarios: