viernes, 18 de mayo de 2012

se despidió che..


de un momento a otro, el tipo se da cuenta que los últimos años estuvo masticando cierto discurso pedante y ensamblado de frases hechas, con consejos volátiles y a veces contradictorios sobre la moralidad de la profesión, y me se emputeció con que yo fuera la destinataria de tanta mierda. Soy/ fui perfecta candidata, mina mucho más pendeja que él, con la mitad de ingenuidad intacta, en teoría con cero práctica profesional, perdidamente deslumbrada por su apariencia, todo lo que hizo de mi un cordero atado.
sus decisiones por mi encima.. y ponele que después de rogarle migajas de respeto, de escucharme llorar como una marrana, de ver el desprecio en mis ojos y saber que de mi boca no podían salir más que palabras rotas de amor...
el tipo se da cuenta que al final, no me dijo ni parte del discurso che.. y entonces me llama, claro. cuánto puede importarle ahora algo de mi dolor¿? debió ser algo que dije o que hice, tal vez un trato cordial, haciendo mi mejor intento de guardar el odio y la desilusión que me genera. pero sin duda alguna algo lo envalentonó y sintió que era ese (¿?) el momento preciso para regalarme unas sabias reflexiones. También habrá sentido que algo así me haría bien. supongo. quiero suponer, porque aún después de tanto, todavía me cuesta aceptar que no actúa por ensañamiento.
Traté. lo juro y lo re juro que traté de mantener la cordura y la eticidad en casi todos los momentos, y salvando algún episodio aislado de exaltación de mis capacidades neuróticas creo que lo venía logrando. pero habiéndose "despedido" y sin esperar que la vida nos sorprenda me resulta imposible mantener la línea.
No creo llegar a conocer a alguien más con la capacidad de transformar hasta las verdades más objetivas y empíricamente comprobadas en contenidos vacíos tal como si fueran puros frascos de cristales estallados. Hay personas que cuando tocan algo lo rompen, acá basta que pongas en su boca una palabra para que se desvalorice y pierda todo el significado histórico.
Si no lo ampara el registro de las consecuencias de sus elecciones, si no tiene la capacidad de ponerse en el lugar de quien tiene en frente y no le sale realmente entender que lastimó a alguien de una forma inconcebible, quien todavía no sanó, al menos debería sentir vergüenza, pero no hay caso.
Lo digo con la bronca y la indignación que me genera la situación toda. Lo digo con todos los sentidos confundidos. Esa es una alma errante, ahora y por siempre. porque el que todo lo perdona seguramente lo pensará dos veces y hasta en el infierno deben tener la decencia necesaria para rechazarlo.

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