viernes, 26 de noviembre de 2010

Confesiones II

mi terapia cambió el rumbo y ahora me encaminan a encontrar mi YO. a fortalecer de forma interna un egoísmo sano que pueda manifestarse en el plano externo. Altruista de causa perdida me llamó este psico.
me dio los fundamentos claros y convincentes de por qué me han tildado de loca, histérica, irresuelta, caprichosa, polvorita y destructiva. y cuando lo escucho hablar y hablar tratando de entenderme me hace sentir una tonta. no por tatuarme en la frente situaciones vanales y conflictos de poca monta, sino porque todo lo que me está diciendo yo lo se. el se da cuenta que lo se; y me hace las preguntas típicas de mi tortura: qué provoca tu inaccion? por qué tambien acá estás midiendo tu reaccion? traducido a todo lo que ya escuché mil veces: Si lo sabés, por que´no hacés algo para cambiarlo??
me explica que la gente no puede verme de otra manera más que como yo decido mostrarme y si en general me esfuerzo por mantenerme calma, me quedo con un aro que no es mio, elijo no confrontar las situaciones que me son molestas, es irremediablemente lógico que al hacer catarsis en forma de escape, llámese viaje, ira, llanto, los demás me vean como una loca. dirán: Que le pasó a esta mina? luego, lo de siempre:_ se escapó.
pero de quien te escapás en realidad... del momento, de la situación, de la pelea, o en realidad lo que querés es dejar de sentirte presa en vos? tal vez te sirva mandarte a volar por un tiempo, corto, largo, dependerá. pero de manera conciente/inconciente siempre estás esperando volver.
me preguntó cómo era y qué tenía para darle a una relación. sentí agujas en los tímpanos, me dolió no poder contestar una vez más.
por último concluye que logré dejar que los demás distorsionen la visión que yo misma tengo de mi. me pide que deje de hablar de la opinion de otros, que no use las formas en tercera persona, que deje de medir las consecuencias de mis palabras. que lo que vamos a buscar es a mi.

mi sincericidio: yo no soy boluda Psico, te pensás que todo ésto es casualidad, que la cartera justo hoy coincidió con los zapatos, que de verdad no se me ocurre qué decir? yo no tengo miedo de quedarme sola, tengo miedo de quedarme conmigo.

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