viernes, 8 de febrero de 2008

Tierra ensangrentada de niños inocentes
de ancianos indefensos perdidos entre balas
Tierra de tristezas navegando por torrentes
de aguas rojas de dolor y de bengalas.

¡Me niego a vivir arrodillada!
No deseo cargar una verdad callada
y ver morir millares de inocentes
frente a los ojos de canallas influyentes.

¡Voy en busca de mi aliada
Que es la Paz tatuada en una frente!.

Es el excelente final de un poema de Blanca Nieves Covalles que cuando leí movio algo dentro mio y me erisó la piel.. Quien habló conmigo alguna vez en serio sabe de mis delirios de hacer algo por el mundo, de no dejar que todo siga cayéndose, del dolor que me causa ver la maldad que se rebalsa de los cuerpos aunque a veces las mentes que los dominan no lo quieran.. o al revés, el daño que causan esas mentes perversas cuando hasta su propio cuerpo le pide basta!


Es difícil para mí entender a esas personas que disfrutan salpicando ira, que realmente son felices si logran la infelicidad de alguien más, que no están tranquilas a menos que sean los centros de atención, sin importar si lo son por el odio o la indignación que generan. A la mayoría hoy en día le importa la mayoría, y a cada uno le importa su propio uno.


Muerte, tortura, olvido..

Me niego a vivir arrodillada... y a quedarme con esta verdad callada

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